María José Ferrandis. Psicóloga Coach

María José Ferrandis

PEC Psicóloga Especialista en Coaching

Coach Profesional Ejecutivo Certificada

Por AECOP/EMCC. Nº CP 134

LA FRUSTRACIÓN

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María José Ferrandis. LA FRUSTRACIÓN
03
OCT/2015

LA FRUSTRACIÓN es el sentimiento que surge cuando no logramos conseguir lo que queremos o deseamos, esa reacción de molestia, ansiedad, depresión, angustia, enfado

LA FRUSTRACIÓN es el sentimiento que surge cuando no logramos conseguir lo que queremos o deseamos, esa reacción de molestia, ansiedad, depresión, angustia, enfado%u2026 El problema no está en el dolor o la frustración que experimentamos, si no, en nuestra actitud ante lo que es inesperado, ante lo que no conseguimos. No vemos el dolor como algo soportable, sino que lo vemos como algo totalmente destructivo que acabará con nosotros rápidamente si no lo mitigamos. No consentimos que haya dolor en nuestras vidas, pensamos que es horrible y tremendamente injusto sufrir eso. ¿Podemos hacer algo?
La frustración es parte de la vida, no podemos evitarla, ni huir de ella, pero sí podemos aprender a manejarla y superarla. De bebés, cada vez que pedimos algo, los adultos de nuestro alrededor se esfuerzan por darnos aquello que pedimos, y es lógico ya que nuestras demandas suelen corresponder a necesidades primarias como comer o dormir. Conforme vamos creciendo, empezamos a vivir experiencias que nos generan frustración, ya que dejamos de querer solamente cosas básicas, para pasar a desear cosas que no son totalmente necesarias para nuestra supervivencia.
Es una tarea difícil por parte de los padres ir demorando estas gratificaciones, pero totalmente crucial a la hora de desarrollar la tolerancia a la frustración. La clave está en que desde pequeños nos vayamos acostumbrando a no tener inmediatamente lo que queremos, a saber esperar, a no desquiciarnos y tener rabietas cuando nos piden una contraprestación o un tiempo para conseguirlo. Si esto no sucede, si a ese niño que va creciendo sus padres y demás entorno le siguen dando todo cuanto pide, todo cuando %u201Cnecesita%u201D al instante, este niño cuando sea adulto, no habrá adquirido o desarrollado herramientas para controlar su malestar. De esta manera, este adulto experimentará gran malestar cuando le pongan límites, cuando no pueda satisfacer sus deseos de forma inmediata, y querrá poner fin de rápida a esa desagradable sensación que no sabe manejar.
En consecuencia, será un adulto que solamente piense en su bienestar en tiempo breve, sin tener en cuenta las consecuencias a medio y largo plazo. No es ilógico entonces que ante cualquier adversidad u obstáculo que encuentre una persona con esta carestía de habilidades para manejar el malestar, se desmotive y abandone la actividad o proyecto en el que había puesto su esfuerzo. Esta falta de tolerancia está ligada a las creencias de que todo en la vida debe ser fácil y nada debe generarle malestar, ya que el dolor es algo horrible e insoportable.
¿ Cómo podemos cambiar estas creencias?
En mis procesos de coaching, así como atendiendo a las personas que acuden a mi consulta, trabajamos conjuntamente descubriendo qué creencias hacen que no tolere la frustración y cómo manejar y cambiar esas creencias.
Es necesario reconocer que el mundo no gira entorno a lo que deseamos, y que no siempre vamos a conseguir todo lo que queremos. Además, es beneficioso pensar en que las recompensas a largo plazo suelen ser mayores que a corto plazo, es decir, que a veces nos conformamos con poco por querer tenerlo de forma inmediata, antes de esperar un tiempo y conseguir recompensas mayores. Es innegable que el malestar y el sufrimiento son desagradables, pero no insoportables, ya que podemos aprender de ellos y fortalecernos, logrando un mayor nivel de bienestar. Todo depende de la actitud y forma de pensar con la que queramos abordarlos.
Descubrir cómo pensamos, qué emociones nos enganchan esos pensamientos y en consecuencia qué comportamientos y resultados tenemos, nos va descubriendo el camino para cambiar nuestras creencias. Y por ende, nuestras emociones y nuestros comportamientos.
Es beneficioso no dejarse llevar por las emociones (frustración, tristeza, cólera, enfado, rabia%u2026). Esto nos permitirá reflexionar y analizar la situación, de modo que podamos buscar alternativas para conseguir nuestros objetivos, lo que nos ayudará a tener mayor capacidad de recuperación emocional y nos dará una mayor estabilidad y a mayor felicidad.
Podemos tener en cuenta diferentes técnicas, que ayudan a aumentar la tolerancia a la frustración y la capacidad de afrontamiento. Existen varias que podemos aprender, algunas podrían ser:
Frase clave: consiste en una auto-verbalización significativa para que la persona abandone los pensamientos que le llevarían a conductas inadaptadas y sustituirlos por otros que le lleven a afrontar la situación, buscar alternativas de solución. De esta manera la persona no focaliza la atención en el malestar si no en la solución del problema.
Enfriamiento emocional: se busca reducir el impacto emocional y darse el tiempo necesario para tomar decisiones.
Darse tiempo: evitar el análisis o reflexión hasta que se haya producido un enfriamiento emocional. Es lo que conocemos como %u201Cpensar en frío%u201D o %u201Cconsultarlo con la almohada%u201D. Ayuda practicar actividades agradables o placenteras.
Técnica de las 5 alternativas (solución de problemas): consiste en buscar 5 alternativas para conseguir la meta, y valorar sus ventajas e inconvenientes. Es necesario tener en cuenta que la solución ideal no existe, por lo que buscaremos la que tenga más ventajas, o la que nos suponga inconvenientes más soportables.
%u201CAhora, ya%u201D: serían frases que se diría una persona impaciente o que se exige mucho. Esto produce que al no conseguir inmediatamente lo que quieren (metas no realistas), abandonen la tarea.
La %u201Cescalera%u201D: se desglosa la tarea final en sub-metas o partes, para que la persona vaya viendo como poco a poco va consiguiendo objetivos.
El %u201Czig-zag%u201D: el objetivo es facilitarse los fines, dividiendo las metas en sub-metas, y teniendo en cuenta que en ocasiones, deben realizarse retrocesos (zag) para seguir avanzando (zig) hacia el objetivo y llegar a la meta. De esta manera, los logros se consiguen en ziz-zag, siendo los retrocesos vistos como oportunidades para analizar la situación, replantearse cómo conseguir los objetivos etc. Con esta técnica, la persona al experimentar un retroceso, no sentirá desesperanza, sino que deberá mantener la calma, la paciencia, la constancia para seguir acercándose a su objetivo.
Y os dejo algunas ideas para desarrollar la tolerancia a la frustración:
Ser consciente de la frustración, analizar nuestras reacciones.
Distinguir entre deseos y necesidades, ya que unos necesitan la satisfacción inmediata, y otros, pueden esperar.
Controlar los impulsos y valorar las consecuencias de nuestros actos.
Aprender a soportar el dolor, ya que no nos va a destruir.
Controlar el ambiente, evitar las cosas, personas o situaciones que nos puedan frustrar y además no sentirnos culpables, desagradecidos ni malvados por hacerlo.